Sequía hace estragos en el agro boliviano: 103 mil Ha perdidas
La sequía dejó ya 103 mil
hectáreas perdidas en oriente, entre cultivos de maíz, sorgo, trigo y girasol,
reportó la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo
(Anapo).
Además, la negativa del Gobierno nacional de incluir a las
importadoras de maquinaria agrícola en la reprogramación de créditos pone en
riesgo la campaña de verano.
La Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz)
perdió unos 300 millones de dólares por la caída de peso de 3,7 millones de
reses y el riesgo de muerte de otras 500 mil cabezas.
Según el presidente de la
Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Reynaldo
Díaz, las empresas importadoras, al no contar con los pagos de los productores
prestatarios, se verán imposibilitadas de contar con insumos agrícolas para la
próxima siembra.
Díaz sostiene que el sector es una cadena en la que existen
varios componentes, entre los cuales están las empresas importadoras de
insumos, maquinarias, fertilizantes y una serie de actores. “El momento en que
se quiebre la cadena, en ese punto (casas comerciales), nosotros los
productores no vamos a tener insumos para encarar la siguiente campaña de
verano”, explicó el Presidente de Anapo.
Además, aseguró que otro riesgo es el abastecimiento de
semillas, como en el caso de la soya, puesto que en la actual campaña de
invierno, en la que se debería producir la mayor parte de la semilla para la de
verano, sólo se sembraron 120 mil hectáreas de las 300 mil proyectadas.
“Muchas veces lo que se ha
sembrado no es justamente inscrito ni calificado para la producción de
semillas, además no sabemos qué va a pasar de aquí en adelante (en el tema de
lluvias)”, agregó Díaz.
Pérdidas en aumento
Por otro lado, el Presidente de Anapo dijo que las pérdidas
siguen en aumento, y que sólo el sector oleaginoso (sin contar cañeros,
ganaderos y otros) necesita de al menos 450 millones de dólares para
reactivarse, por lo que pide al Gobierno la creación del fondo de reactivación
económica a través del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) y el Banco Unión
para inyectar capital operativo para la próxima campaña de verano 2016/2017.
Ante esta postura, el ministro de Desarrollo Rural y
Tierras, César Cocarico, indicó, en días pasados, que sería imposible que el
Gobierno compre una deuda de carácter privado.
Sin embargo, Díaz sostiene que todo pasa por falta de
voluntad de parte de las autoridades gubernamentales. “Todo es posible, es
cuestión de que haya voluntad. Tenemos que entender que esto es una cadena
productiva y que no sólo hay que solucionar un eslabón de esa cadena, que es el
productor, sino velar por todos los eslabones y no tengamos problemas para
encarar la siguiente campaña”, agregó el presidente de Anapo.
103 mil Ha perdidas
Según los últimos registros de Anapo, en la actual campaña
de invierno en Santa Cruz, hay 103 mil hectáreas perdidas, entre cultivos de
maíz, trigo, sorgo y girasol, lo que significa 662 mil toneladas menos en la
producción estimada, que era de 1.161.000 toneladas.
Sin embargo, en el cultivo de soya, según Díaz, aún queda
algo de esperanza, por lo que los productores esperarán hasta fines de agosto
para concluir la siembra de invierno.
“Todavía es prematuro hablar de soya. Si bien hay una
afectación de 3 mil hectáreas, consideramos que no es muy grande”, añadió a
tiempo de especificar que sólo se sembraron 120 mil hectáreas se soya de las
300 mil que se habían proyectado.
PIDEN DECLARAR EMERGENCIA
Hay pérdidas millonarias por
muerte de ganado
La emergencia continúa en el sector ganadero por la sequía
y la falta de alimento. A la fecha, según el presidente de la Federación de
Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), José Luis Vaca, se reportaron 3,7
millones de cabezas afectadas con una reducción de peso de al menos 50
kilogramos, lo que significa 124 millones de dólares menos. Otras 500 mil
cabezas tienen riesgo de muerte, lo que implica otros 150 millones de dólares.
Vaca sostiene que la lluvia de hace tres días fue
insuficiente para rebrote de pastos, y sólo sirvió para controlar focos de
calor.
Además, la zona norte, la Chiquitanía y el Chaco fueron
duramente golpeados por falta de humedad. En la última zona, hubo la mayor
mortandad de bovinos, sobre todo los de menos de un año. “Se necesitaría más de
90 millones de dólares para dar de comer a esos animales”, dice.
Así, considera que el Estado debe flexibilizar algunas
normas para declarar emergencia, puesto que, según algunos cálculos, la lluvia
no llegará hasta fines de septiembre en la chiquitania, y cuatro meses más en
el chaco.
“Pedimos al Presidente declarar emergencia o desastre con un decreto y no siguiendo los procedimientos de la Ley 602, que es demasiado burocrática. Primero tiene que declarar (emergencia) el municipio, después la gobernación, después el Gobierno nacional… hasta eso se mueren las vacas”, lamentó.
Por otro lado, consideró que los 12 decretos promulgados el
pasado 2 de agosto han beneficiado más al sector agrícola que al ganadero, y
básicamente dirigidos al altiplano. Vaca explicó que de los 29 mil ganaderos
que hay en Santa Cruz, el 90 por ciento son pequeños y medianos, los cuales
quedaron sin condiciones para comprar alimento para sus animales.
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