Hace unos
meses, mientras asistía a una condecoración en la Cancillería, tuve el
"gozo” de escuchar un enésimo discurso esotérico del Canciller. En
síntesis, con el fin de valorar la importancia de la investigación, el Ministro
citó una "investigación reciente” que concluía sobre el verdadero motivo
de intervención de Estados Unidos y sus aliados en Irak, el cual sería la
ocupación de un sitio arqueológico donde se concentra la "energía de las
estrellas”.
Motivado por ese antecedente he decidido especular,
tratando de buscar, junto a otros colegas, razones a la fuerte baja de la
demanda de gas por parte de Brasil (de 30 a 15 MMmcd), sin escudarme en la
astrología y sin preguntar si YPFB fue informado oportunamente por Petrobras.
Las autoridades del sector de hidrocarburos han
atribuido esa baja a un efecto estacional por la época de lluvia y al uso
intensivo de energía hidroeléctrica por parte de nuestro vecino. Sin
embargo, revisando los últimos tres años se comprueba que las exportaciones
mensuales han sido permanentemente superiores a 30 MMmcd, con excepción del mes
de febrero de 2014, cuando bajaron a 28. De modo que no se trata de un efecto
estacional. Pero, si consideramos que Brasil está entre los primeros cinco
países en el mundo que más utilizan las energías renovables, es más probable
que el incremento de generación eléctrica se deba al uso de esas
energías.
Un segundo motivo de la baja de la demanda es la
deceleración de la economía brasileña, producto de la crisis global y de los
problemas políticos que enfrenta ese país. Definitivamente,
la industria brasileña requiere menos energía y, por
el momento, la obtiene de otras fuentes.
Pero hay también razones de carácter bilateral. Acá
voy a echar mano a la especulación, que "se non é vera é ben
trovata”. El tema político no es irrelevante, la falta de tacto del tuitero
@evoespueblo en ocasión del polémico cambio político (legal y constitucional al
fin) ocurrido en Brasil no ayuda precisamente a despertar la cordialidad del
gobierno de Temer, el cual no aparenta tener con nuestro gobierno la misma
contemplación que tuvo Lula Da Silva.
Asimismo, no excluyo un tema de competencia entre
empresas. Resulta que hasta ahora el gas exportado a Brasil era sustancialmente
extraído de los campos San Alberto y Sábalo, operados por Petrobras. Ahora que
San Alberto ha declinado raudamente, si Petrobras demandara volúmenes máximos,
sin necesitarlos, debería comprar gas extraído de otros campos, operados por
Repsol o Total. Pero eso implicaría fortalecer la competencia.
Finalmente, es posible que Petrobras esté apostando a
un incremento a futuro del precio del gas natural. De hecho, la cláusula
"take or pay” (toma o paga) le favorece en la medida en que
paga hoy a precio barato por gas que recibirá cuando los precios mejoren. En
consecuencia, YPFB deberá entregar gas a Brasil durante un buen
tiempo, quién sabe al finalizar el contrato, sin pago. Dicho sea de paso, de
ese modo Petrobras refuerza su posición negociadora para la renovación del
contrato.
Curiosamente esa situación crea un problema adicional
a YPFB. La ley dice que regalías e IDH se pagan por el gas extraído. El gas que
debemos entregar a Brasil se extraerá en unos cuantos años y en ese momento
YPFB deberá abonar a las regiones su participación. Me pregunto: ¿A qué precio
lo hará? Lo legal, mas no lo conveniente para YPFB, sería al precio del momento
de la producción, que puede ser mucho más alto del precio recibido hoy por YPFB
del Brasil según la regla del "take or pay”.
Mientras tanto, ¿no sería justo suspender el aporte
del 12% del IDH de los gobiernos locales (Ley 767) en compensación de la
drástica disminución de ingresos?
Francesco Zaratti es físico y analista.
fuente: Página Siete
Publicar un comentario Blogger Facebook